Qué bonito debe de ser morir en un accidente en la prehistoria de la aviación, y que luego llegue un tipo y diga que aquel día murió contigo la música y componga una canción que a día de hoy sigue sonando en las emisoras, y los periodistas adopten la frase y la repitan hasta la saciedad en sus crónicas.
Qué ímpetu tiene la muerte que se presenta de improviso, inesperada, violenta, y no arrastrando la guadaña de oficio para segar los tallos endebles de las vidas que ya tocan a su fin.
Qué fascinantes cadáveres hacen los cuerpos jóvenes.
Qué paradójico resulta que las muertes trágicas y prematuras suelan asegurarte la inmortalidad.
Backstage (Valencia), Sábado 28 de marzo de 2009
AMERICAN PIE
How nice, to die in an accident in aviation’s prehistory, and then a guy says the music died with you on that day, and then he writes a song that even today is being played on the radio, and then the journalists adopt the sentence and repeat it ad nauseam in their articles.
How impetuous, the death that comes round without a warning, unexpectedly, violently, instead of dragging its scythe on duty to reap the weak stalks of the lives that are coming to an end.
How fascinating corpses, those of young bodies!
How paradoxical it is that tragic, premature deaths usually guarantee immortality.
Backstage (